martes, 8 de diciembre de 2009

Existe el gris

Me veo obligado a escribir esta entrada de acuerdo a una discusión reciente y, obviamente, sin una conclusión clara pero que, gracias a ella, llegue a un punto en el que fui consciente de que manejamos constantemente un concepto que voy a tachar tajantemente de arcaico. El concepto del bien y del mal, el ying y el yang, lo blanco y lo negro... como lo quieran llamar en definitiva.
Todos recordamos el cuento de caperucita roja, una dulce niña de pelo rubio y grandes trenzas, cuyo directamente antagonista era el lobo, castigado por la sociedad, y personalmente por el cazador, que solamente quería alimentarse. ¿Por qué caperucita la buena y el pobre lobo el malvado? Caperucita cumplía su papel de llevar la comidita a la abuela y el lobo sólo quería alimentarse él también, ¿Debemos castigarlo por carnívoro? ¿O está mejor dejarle morir de hambre?Él no tiene la culpa de necesitar carne para sobrevivir.
Otro ejemplo podría ser la bella y la bestia, ambos enamorados a pesar de las grandes diferencias físicas (y antropológicas) que les separaban... Pero había un segundo hombre, un tal Gastón, quizá aparezca en dos ocasiones, sin demasiado protagonismo en realidad pero rechazado por la bella y también se le tacha de malvado cuando no sabemos realmente si esta locamente enamorado de ella y lo único que hace es seguir lo que le dicta su corazón...
Pero podemos ir a un cuento (con perdón a los creyentes) de lomo mucho más grueso, como es la biblia, se nos cuenta que Judas vendío a dios por un puñado de monedas, no recuerdo exactamente cuantas. Sí, traicionar a un amigo es algo que no se debería hacer ni por todo el dinero del mundo, pero¿Quién nos asegura que Judas no tenía otro remedio? Igual su familia moría de hambre o se lo había pedido el propio Dios ansiando reencontrarse con su hijo. Pero claro, sólo pensamos en lo malo que es el jodio.
Podría buscar más ejemplos pero seguro que a los lectores ya se les ha venido a la mente algún otro y han captado la idea de lo que quiero transmitir.
No creo sinceramente que exista un mal supremo que busquen "los malos". Al fin y al cabo, ¿A quién le interesa tener a todos de mal humor en su malvado universo?. Ni, por supuesto, un bien supremo que busquen "los buenos" mantener para evitar que lo devore un manto de sombras.
Lo que mueve a la humanidad es el ansia de tener más, de salir beneficiados. El ser humano es un ser que únicamente busca el bien para él y los suyos, no existe el bien o el mal, simplemente hay maneras y maneras de llegar adonde se quiere llegar.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Hipocresia verde

Es muy difícil contentar a todo el mundo, de hecho, me atrevería a decir que es imposible, siempre hay alguien que le encuentra una pega o un fallo o un detalle sin importancia a algo y le es más que suficiente para quejarse.
Pero si hay un colectivo que no se deja contentar es, sin duda, los verdes, los benditos ecologistas, siempre tan preocupados por el medio ambiente, por la mami tierra a la que le debemos todo y no le damos nada. Protegiendo a las ballenas, mirando por el bien de las aguas contaminadas, haciendo lo posible por preservar las pocas zonas verde, o los pulmones del planeta como ellos las llamarían.
¡Joder es que parece que no tienen nada más interesante que hacer que dedicarse a decirnos lo que hacemos mal! Ahora se están quejando de que las pobres aves migratorias se chocan contra los aerogeneradores dispuestos por las colinas para que, precisamente, tengamos energía limpia. Que si no recuerdo mal están ahí dispuestos porque estaban hartos de la contaminación por parte de los combustibles fósiles.
Pues lo siento señores pero el mundo no es perfecto y todo lo que se hace en pro de algo tiene sus contras, se hace lo que se puede con lo que tenemos. Si tienen alguna idea de dónde poner los generadores para que los pobres pajaritos vuelen sin peligro estaremos interesadísimos de escucharla, que de moverlos ya nos ocupamos nosotros.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Desnudo

Basta ya de tonterías, de figuras literarias vacías de sentido que únicamente uso para evitar decir directamente lo que indirectamente suena mejor, basta ya mascaras y de bailar tras una cortina para que con una sombra comprendas lo que siento. ¡He dicho que vale ya! Mírame, desnudo mi alma...

No quiero más metáforas, símiles, retóricas, hipérboles, circunloquios, antítesis, paradojas, personificaciones, epitetos, paralelismos, anáforas, onomatopeyas, sinalefas, aliteraciones... tan inútiles como este burdo asindeton.

Estoy harto de la rica adjetivación, de los adornos como si se tratara de un triste árbol de navidad, pero ahí están, aparecen tras cada palabra y no me dejan explicarte lo que siento, lo que recorre mi cabeza, lo que atormenta mi alma, lo que hace que cada segundo sea tan distinto del anterior y tenga tantas consecuencias en el siguiente...

Creo que puedo llegar a sentirlo todo a la vez: Cariño, soledad, alegria, tristeza, ira, envidia, impotencia, lujuria, incomodidad, miedo, dolor, calor, ansia... amor.

No conozco otra forma de expresarlo, las palabras en sí mismas, solas, entre comas, lo más puras que pueden ser, intentan interpretar lo que siento. Sin embargo siguen estando vacias, para qué rodear un sentimiento, un sentimiento es.

sábado, 24 de octubre de 2009

¿Telerealidad?


Voy a aprovechar el precario estado de mi cerebro por culpa de ese divino líquido al que llaman alcohol como excusa para reconocer que, sí, yo veo gran hermano. O al menos eso hacia hasta la noche del jueves que mis pequeños ojos vislumbraron otro desecho acto de nuestra ansia por el morbo televisivo.


En la casa de guadalix metieron a unos nativos de Papúa Nueva Guinea traídos esa misma semana desde su aldea. Por lo visto, ellos, dos hombres y una mujer, decidieron por motu propio viajar hasta allí y encerrarse entre esas 4 paredes.


Entiéndanme, yo no tengo ningún problema con la mezcla de culturas pero me parece sinceramente que todo tiene un límite. ¿Los productores del reality se han vuelto locos? ¿Acaso estaba descendiendo la audiencia peligrosamente y han optado por una maniobra desesperada?


Ya no hay reglas en el mundo de la televisión, actualmente todo vale, y es más, cuánto más extravagante y retorcido mejor.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Informe preeliminar

Departamento nacional
de investigaciones espaciales

Se presenta este informe en base a la reciente investigación del departamento nacional de investigaciones espaciales del hábitat del tercer planeta del sistema solar respecto al comportamiento de la que, hasta el momento, se cree especie dominante.

La especie dominante parece ser que se denomina a sí misma como ser humano y hasta obtener datos suficientes para situarlo en nuestro sistema de catalogación de especies extraplanetarias así lo denominaremos.

El ser humano denota un comportamiento de especie poco desarrollada, el ser biológico nace, crece, se alimenta, se reproduce y ,finalmente, muere. Este comportamiento lo comparte con el resto de las especies vivas del planeta, sin embargo tiene ciertas características dignas de mención y que serán expuestas en este informe.

Nacimiento y crecimiento
El ser humano se caracteriza por un comportamiento muy protector y se mantiene el recién nacido con la familia hasta pasada la adolescencia y parte de la etapa de madurez de la especie, se trata de un comportamiento muy extraño en una especie dominante.

Alimentación
La especie se basa en una serie de alimentos naturales que obtiene de la tierra de otro tipo de seres vivos incapaces de moverse de su sitio ya que dependen de la tierra sobre la que están apoyados y de otros seres vivos que tienen más características en común con la especie dominante que los anteriores. Lo extraño es que toman una gran cantidad de alimentos del sistema pero en vez de habituar su organismo a estos alimentos y volverse más fuertes e inmunes tratan estos alimentos de manera que estos son los que se habitúan al organismo.

Reproducción
La especie se comporta de una manera ciertamente extraña en este campo. Se reproducen en parejas, siendo uno de cada sexo, que es que cada especie tiene dos prototipos que, combinados adecuadamente, y en ciertas condiciones biológicas engendran otro ser vivo. Lo cual les deja en clara desventaja evolutiva puesto que necesitan ambos géneros para sobrevivir.
Además en la mayoría de las ocasiones en las que se combinan para crear un ser vivo median para evitar la procreación. Aún se están tomando datos para conseguir explicar el porqué de este extraño comportamiento.

Muerte
Se podría decir que la especie carece de una esperanza de vida larga, apenas llega a un algseh, lo que serían unas cien vueltas alrededor de la estrella del planeta en estudio. A pesar de esa corta esperanza de vida el resto de seres parecen llorar enormemente su perdida.

Otras características
A pesar de su comportamiento respecto a la muerte se ha observado que tienden a matarse entre ellos con bastante facilidad y que gran parte de su tecnología está preparada precisamente para eso.
También se aprecian grandes diferencias entre unas zonas del planeta y otras, tanto en forma de vida como en avances tecnológicos. No parecen muy solidarios unos rincones del planeta con la otra gran mayoria puesto que hemos podido anotar gran cantidad de muertes por inanición y otras causas parecidas.

Mediante estas primeras incursiones al planeta y con los datos y observaciones tomados y a pesar de que la investigación se prolongará un tiempo más podemos asegurar que será un planeta fácil de invadir. Los datos recogidos aseguran que la mayor parte de la especie se mantiene escéptica respecto a nuestra existencia, como a la de cualquier otra civilización, aparte de la suya por tanto se tratará de un ataque sorpresa y sin demasiada resistencia.

Adelantando este informe a las posibles preguntas del comité de investigaciones espaciales, aún no sabemos con seguridad si los seres humanos serán útiles para nuestra civilización. En caso de que no lo sean serán aniquilados junto con el resto de las especies del planeta. Y ya que se trata de un planeta tan bien situado en la galaxia el departamento de adaptación ambiental ha enviado informes sobre la capacidad de transformación de la atmosfera a nuestro organismo, mostrando datos de poco más de cinco algseh. Tras ese tiempo (más una temporada prudencial) se podrá situar un puesto de observación en el planeta sin ningún problema.

Estos temas y otros tantos se discutirán en la próxima reunión del departamento nacional de investigaciones espaciales.

Atentamente,
Jurst, investigador jefe del proyecto tercer planeta.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Cita del martes




- Depende del día la verdad. Hay días que me despierto y lo veo todo negro, no puedo más y sólo tengo ganas de quedarme en la cama hasta que vuelva a anochecer. Me siento muy vacio y con una presión en el pecho que no soy capaz de eliminar. Todas esas señoritas que me acompañan de vez en cuando son muy agradables, claro qué, darles unos billetes antes le quita un poco el encanto, ¿Comprende?


>>Desde que se fue todo está bastante vacio en el piso y bueno…, si ya sé que hace tiempo que debería haberlo superado pero no lo consigo, lo cierto es que aún me cuesta bastante pegar ojo – guardó silencio aguantándole la mirada, suspiró y continuó - ¿Sería tan amable de recetarme lo mismo que el mes pasado? La verdad es que me ayudó mucho.


- La verdad señor García yo preferiría no tener que recetarle ningún calmante más. Ya llevamos así más de un año, es normal que los calmantes que le recete el mes pasado le fueran bien, al fin y al cabo son considerablemente más fuertes que los que le había recetado hasta ahora.


La mirada del doctor era bastante tranquilizadora, le gustaba bastante ir a hablar con él, al principio sólo acudía una vez cada dos semanas. Se lo recomendó un compañero de la universidad para que superara su divorcio e iba de mala gana, sin embargo ahora acudía un par de veces a la semana. Le salía bastante caro pero era su único gasto ya que con el divorcio perdió el piso y el coche. Las señoritas de compañía antes le resultaban un gasto a tener en cuenta pero cada vez frecuentaba menos aquellos locales.


- Bueno como usted considere doctor – a pesar del tiempo que llevaba yendo a su consulta y la frecuencia con la que acudía seguía tratándole de usted para mantener distancia, opinaba firmemente que si estrechaba la relación el doctor sería menos imparcial. – Pero seguramente volveré a pedírselos.


El doctor no pudo evitar esbozar una sonrisa y colocándose bien las gafas y cruzando las piernas continuó:


- Bueno señor García… ¿Cómo se encuentra respecto al resto de la sociedad últimamente? – Se quedó mirando al doctor un poco extrañado, no era normal que se andara con rodeos en vez de preguntarle directamente “¿Sigue pensando en quemar el chalet de su exmujer con ella dentro?”


- En realidad me siento un tanto observado por mis compañeros de trabajo, se rumorea que acudo al psiquiatra con regularidad.


- ¿Y eso le incomoda? – Preguntó el doctor a la vez que, por primera vez en lo que llevaban de consulta, anotaba algo en su cuaderno de hojas amarillentas.


- ¡Claro que me incomoda! – Gritó revolviéndose en el asiento, él nunca se sentó en esa especie de sofá extraño del que ni siquiera sabía el nombre, le hacía sentir enfermo asi que prefería una silla común. - ¡Me toman por un loco!


- Sin embargo usted viene aquí porque quiere, nadie le obliga. – Respondió el doctor sin apenas inmutarse ante los bruscos movimientos de su paciente, estaba más que acostumbrado a tratar con pacientes hiperactivos como para sorprenderse con cuatro aspavientos.


- Pero ellos no lo saben, no les interesa, no entienden, sólo cuchichean…- Fue bajando el volumen a medida que hablaba y cerraba los ojos como forzando la mirada. Llegó un momento en que el doctor no le entendía y optó por cortarle.


- ¿Qué siente cuando hablan a sus espaldas? – Preguntó al sorprendido interlocutor al darse cuenta de que había sido interrumpido. Se quedó unos instantes callado intentando comprender la pregunta.


- Siento que los odio. – El doctor fue consciente de que había llegado al punto que llevaba semanas ansiando alcanzar, y no lo notó por las palabras si no por los gestos, ese dedo índice que se agitaba inquisidor a cada palabra que salía del paciente indicaba la clave del asunto.- Desearía matarlos a todos, crucificarlos me parece una buena opción pero demasiado religiosa para mi gusto, quizá meterles a todos en una hoguera y verlos prender a fuego lento como a las brujas… Atarlos a un mástil y cortarlos con una cuchilla lentamente oyéndolos gritar y dejarlos desangrar poco a poco también me gustaría. Enterrarlos vivos no sería una buena opción ya que no podría oírlos gritar ni verlos sufrir… ¡Ya lo sé doctor! Quiero ahogarlos en el agua, cogerles la cabeza con mis propias manos y así notar cómo luchan incansablemente por su vida en vano, que pataleen y me golpeen con sus manos en un ansia desesperada de salir a la superficie…


Quedó mirando al doctor en silencio, claramente aliviado por los pensamientos que había sido capaz de expresar. Esperó pacientemente a que el doctor acabara de anotar lo que considerara oportuno.


- Bien señor García, puede estar contento, hoy hemos avanzado mucho. – Le dijo mientras anotaba los últimos detalles. - Le voy a recetar los siguientes medicamentos que podrá obtener fácilmente en la farmacia y he pensado que vamos a seguir con los calmantes que considero que le conviene descansar por las noches.

Garabateó rápidamente y echó en las recetas una firma, como siempre ilegibles. Descruzó las piernas y se levantó a la vez que su paciente, se estrecharon la mano fuertemente como era costumbre y abandonó la consulta para salir a la recepción a confirmar su siguiente cita para tres días después.

domingo, 23 de agosto de 2009

¿Lo tienen en rubio?


Póngame cuando pueda una de rabas, dos ruedas, una caña y un niño rubio como su padre y con los ojos azules de la abuela por favor.

Bebes a la carta. Hasta ahora se nos ofrecía la posibilidad de decidir si queríamos niño o niña (cuestión que no se libró de polémica) pero la ciencia siempre puede ir un paso más allá. En un año, en estados unidos (como no), se pondrá en practica con fines, probablemente, algo más que medicinales.

La ciencia es capaz de observar cada embrión y determinar cuales son más propensos a desarrollar las características que se nos hayan encaprichado. Desde niños (o niñas, a elección del consumidor) con los ojos de un determinado color o la piel más o menos oscura hasta más inteligentes o más altos.

Ahora la competitividad frente a otros individuos de la especie empieza incluso antes de su concepción.

Es una técnica útil a la hora de hacer a las futuras generaciones menos propensas a sufrir ciertas dolencias o enfermedades que hayan podido sufrir sus familiares pero me crea cierta inquietud pensar qué, como todo, llegará a ser una practica meramente estética, será como pasar por el quirófano a inyectarse botox incluso antes de tener donde inyectárselo.

¿Hasta qué punto atentamos contra la libertad de recién nacido amañando las probabilidades de que desarrolle unos rasgos u otros? Y ya sabemos cómo es el mundo, ¿Cuánto tardará el primer diseñado en denunciar a sus padres por imponerle ciertas características que no le agradan? Simplemente sólo hará falta esperar a que algunos de estos niños crezcan y desarrollen sus propias ideas.

domingo, 9 de agosto de 2009

Por suerte

El ser humano, un cúmulo de casualidades evolutivas que le hicieron llegar hasta lo más alto y dominar al resto de las especies residentes de nuestro pequeño planeta. Con varias ventajas biológicas nos asentamos en el primer puesto de la cadena alimentaria tomándonos la libertad de tomar todo aquello que teníamos al alcance, y lo que no.

Nos comportamos como si todo lo que hay por aquí es nuestro y no nos damos cuenta de que con una mínima variación en la evolución y cualquier otra especie podría estar ocupando nuestro preciado lugar.

Nuestra especie evolucionó a partir de alguna especie de mono a cuenta de un revés en alguna mutación y ahora tenemos a aquellos de los que provenimos en jaulas para que los veamos, o sometidos a experimentos, o simplemente cazados para que sus manos o sus cabezas adornen paredes o hagan de ceniceros.

Esperemos pacientes otro revés de la evolución a ver si nuestros parientes, más evolucionados, deciden hacer con nosotros lo mismo que nosotros con los monos. Tendremos que esperar mucho tiempo para descubrirlo, por suerte.

domingo, 2 de agosto de 2009

Tras el TDT

Hoy he cogido el periódico de encima de la mesa y me he tomado la libertad de ojearlo ligeramente, he empezado desde atrás, una estúpida costumbre como muchas otras que tengo, heredada de mi madre. Una de las primeras cosas que veo es el autodefinido, que acostumbro a escribir los símbolos químicos y dejar lo demás en blanco. Pero esta vez estaba ya rellenado entero por mi padre, lo cual me quitó todas las ganas de seguir leyéndolo.

Al fin y al cabo las tintadas hojas siempre hablan de lo mismo y muchas veces no tengo cultura suficiente para opinar sobre ello, pero aun así me documento y arriesgo. Me gusta dar mi opinión, no mostrarme indiferente. Al fin y al cabo todo nos afecta en mayor o menor medida, y lo peor de todo es que a la mayoría les da exactamente igual.

Cada uno atrapado en sus propios problemas sin darse cuenta de que estos son precisamente los que nos ciegan de los grandes. Los problemas realmente evidentes se nos ocultan bajo otros para mantenernos distraídos. Nuestro mayor problema es que nos dejamos guiar por seres que no conocemos y eso no nos impide fiarnos de ellos.

Todo el mundo recuerda la crisis, esa apocalíptica crisis que el propio capitalismo, alimentándose de si mismo ha provocado. Pues de repente los medios de comunicación nos hablan de una nueva ley del aborto, una ley que podría haber salido en cualquier momento y bajo cualquier circunstancia. Pero ¿Qué mejor que algo tan polémico como el aborto para olvidarnos de la crisis?

De nuevo distrayendo nuestra atención tenemos a la peligrosísima gripe A. La gran amenaza que en poco tiempo se ha propagado por tierra, mar y aire. Una cepa de gripe mutada con material genético proveniente de una cepa aviaria, dos cepas porcinas y una humana. Y aun pecando de inculto en tema biosanitario me atrevería a decir que esto es de laboratorio.

¿Muta de repente un virus de esas características en un pueblecito de México perdido de la mano de dios? A mi me crea ciertas dudas que todo suceda en estas condiciones y me hace sospechar de que no es más que otra técnica de distracción que se les ha ido de las manos.

Quizá me consideren un paranoico o un alarmista, quizá simplemente un anormal con ideas equivocadas en la cabeza pero yo sólo les planteo una pregunta, si todo lo que sabemos sobre este mundo lo tomamos de los medios de comunicación: en el caso de que la información fuera adulterada o simplemente inventada, ¿Cómo podríamos saber hasta qué punto es cierto? ¿Cómo podriamos contrastar una información?

jueves, 23 de julio de 2009

Supervivencia animal

Ahí estaba el pobre, tirado boca arriba moviendo una extremidad rápidamente como intentando encontrar algo a lo que aferrarse. No hacia ni medio minuto revoloteaba provocando un molesto zumbido a mí alrededor.

Tuve paciencia y esperé simplemente el momento adecuado para sorprenderlo en pleno vuelo. El pobre insecto partía con desventaja porque su naturaleza desvelaba sus intenciones. Tarde o temprano se dirigiría hacia la pantalla de ordenador, el único elemento del oscuro cuarto que emanaba algo de luz.

No pasaron ni diez segundos y ya tenía al mosquito localizado, espere a que se alejara lo suficiente de la pantalla para, de una palmada, derribarlo en pleno vuelo.

Abrí las manos lentamente, a la espera de que saliera volando, sin embargo cayó directamente sobre la mesa. Pensé que estaría muerto, sin embargo se retorcía boca arriba.

Le cogí de una pata distinta a la que estaba sacudiendo y le puse a la luz, le deposite lentamente sobre la mesa y observé.

Sólo movía una pata, asi que, en un alarde de piedad, decidí librarle de su sufrimiento y acabar con su vida. Le miré algo más de cerca y pude distinguir que tenía el cuerpo rojizo, el bichito ya había cenado y esperaba otra víctima. Acerqué mis dedos para agarrarlo y al tocarlo saltó y se retorció en el sitio moviéndose apenas medio centímetro.

En ese momento me sentí increíblemente mal por acabar sin ningún miramiento con su vida, podría haberme limitado a atraparlo y soltarlo en una ventana pero como especie dominante ejercí mi derecho a decidir quien vive y quien muere, a ser dios.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando volví a oír otro zumbido a mi espalda y no estaba dispuesto a pasarme la noche siendo picado por una bandada de insectos ávidos de sangre.

Miré de nuevo la mesa, decidido a acabar lo que hace un minuto había empezado y descubrí que el moribundo insecto había desaparecido.

Sólo una cosa pasó por mi cabeza: O ellos o yo.

lunes, 13 de julio de 2009

Fisura

Llegué al fondo del callejón y comprobé una vez más que nadie me seguía. Empujé la puerta, que chilló como un gato atropellado. Subí las escaleras de caracol que a cada paso sonaban como si fueran a romperse y me encontré con otra puerta, giré la manilla y entré.

Observé la habitación entrecerrando los ojos, parecía mentira que hubiese menos luz dentro de esa habitación que en el callejón, alumbrado por una solitaria y oxidada farola.

- Pensaba que no llegarías nunca – susurró una ronca voz.

- Me seguían de cerca, creo que deberíamos cambiar la situación de la guarida

Se produjo un silencio, hacía tiempo que era más que sabido que la resistencia tenía los días contados. Hará dos meses que invadieron la ciudad, la última que aún resistía al ataque enemigo. Las murallas eran sólidas y las defensas estaban muy bien organizadas pero las tropas enemigas sitiaron la ciudad y buscaron una raja en las defensas, la cual encontraron al de unos días y penetraron en la ciudad.

No hubo más opción para los supervivientes tras el ataque que organizarse en grupos pequeños y esconderse en la ciudad para sorprender a las patrullas que hacían ronda por las calles con objetivo de apresar a los pocos que resistían.

- Bueno quizá debiéramos trasladarnos, sí – rompió el silencio una sombra que cuando se acercó lo suficiente al fuego pude reconocerlo. Era el hombre con mayor rango en el refugio y por tanto el oficial al mando. - ¿Qué has averiguado?

- No he conseguido contactar con ningún otro grupo de resistencia y tampoco he localizado ninguna señal que muestre que los nuestros quisieran contactar con nosotros.

El hombre de la voz ronca se colocó junto al comandante y se miraron. El hombre de la voz ronca era un pobre anciano que les había cedido el local hace unos días para que se refugiaran él y sus hombres. Apenas sin mirarme el comandante se dirigió a mí:

- Soldado…

- Screen señor.

- Screen puede retirarse con el resto de los soldados. – Iba a salir de allí cuando continuó – No diga nada a sus compañeros, no merece la pena desmotivarles. Si le preguntan algo dígales que no somos los últimos. Y que se preparen que al rozar el amanecer nos moveremos.

Asentí y me giré. Busqué la trampilla en la oscuridad y tiré de la anilla. Descendí cautelosamente hasta donde mis compañeros. La imagen era muy extraña. Montones de barriles llenos de vino entre los que dormían tres de mis compañeros, sobre una mesa, el cuarto, malherido. Me acerque a él, que al percatarse de mi presencia intentó disimular el dolor que su pierna le proporcionaba ocultando la mueca de sufrimiento que hasta hace un instante invadía su rostro.
- Sebastian… - balbuceó casi ahogándose.

- Tranquilo Sinan – le dije aun a sabiendas de que no servia para nada. – Tengo una mala noticia amigo…

- ¿Nos trasladamos verdad?

- Sí.

- Era de esperar - Tosió y escupió algo de sangre. Me dispuse a acercarle algo para limpiarle pero me lo impidió agarrándome una mano. – Ahora no soy más que un estorbo, no podéis cargar conmigo y no podéis dejarme aquí, si me encuentran no estoy en condiciones de ocultar información si me torturan.

Eso ya lo sabía yo, ya lo sabíamos todos. Pero, ¿Qué podía hacer? No era mi elección, el comandante haría con él lo que creyese más adecuado.

Sentía cómo se me clavaban los dedos del moribundo en la mano y cómo sus vidriosos ojos empezaban a secarse, llevaba dos noches sin dormir debido a los dolores, agradecía enormemente que el comandante me hubiese ordenado ir a investigar y haber salido de ese agujero un tiempo.

- Sebastian, ¿Puedes abrazarme?

Me acerqué a él tímidamente, nunca habíamos sido grandes compañeros ni había tenido mucha confianza con él pero le abrace suavemente. Noté una rozadura a mi espalda y me llevé la mano a la funda del puñal. No me dio tiempo a reaccionar y él mismo se rajó el cuello.

La sangre me salpicó la cara y la coraza, me quedé unos segundos atónito ante el espectáculo y fue entonces cuando cogí el primer trapo que encontré y se lo puse al cuello procurando detener la hemorragia. La sangre le salía por la boca mostrándome que mis esfuerzos por salvarle la vida eran en vano, fue entonces cuando me di cuenta de que me mostraba una sonrisa tranquilizadora. Dejó de temblar y de hacer fuerza.

Dejé de apretarle en cuello y me volví, uno de mis compañeros había despertado y con una mirada me dio a entender que había sido lo mejor.

- Yo subiré a explicárselo al comandante – Me dijo, el chico era un tal Steven, no sabía nada de él ya que por ir a investigar había pasado poco tiempo en el refugio, sólo sabia que era de otro grupo de infantería y que había perdido a todos sus hombres en batalla.

Aún no había comprendido muy bien lo sucedido pero no había tiempo para perder en un día como ese, me acerque a mis compañeros para comunicarles el movimiento que iba a sucederse en unas horas. Cuando estaba ni a medio metro de ellos fui consciente de que no íbamos a durar mucho, tenían las armas junto a ellos y uno de ellos la tenia empuñada estando dormido.

Algo cayó por las escaleras haciéndome más fácil despertar a mis compañeros que instintivamente empuñaron las armas e incluso me pusieron el filo al cuello. Por suerte se dieron cuenta de quién era yo.

Se pusieron su coraza sin mediar palabra y empuñe yo también mi Mauser, busqué la poca munición que debía de quedar en el refugio pero en mi ausencia debían de haberla agotado. Era inútil llevarla así que la deje caer al suelo. Me acerqué a la escalera recuperando de camino mi puñal y pude reconocer la cabeza del pobre anciano bañada en sangre, no había tiempo para dudar, así que, junto con mis compañeros, subí las escaleras sigilosamente.

Asomé la cabeza por la trampilla despacio y cautelosamente, no quería ser el siguiente en perderla. Lo primero que pude localizar fue el resto del cadáver del anciano tirado junto al fuego y con el cuello mirando hacia la trampilla haciendo que cayera por ella un chorro continuo de sangre. Ya olía todo a batalla, era un olor que no me gustaba nada pero me ayudaba a centrarme en la idea de que hoy también podría morir y por tanto agudizaba mis sentidos al máximo.

La puerta que conducía a la escalera de caracol estaba abierta así que salí sin perder un solo momento más. Cuando estuvimos los tres en el piso les hice señal de que me cubrieran cuando saliese a la calle. En este momento y sin saber dónde estaba el comandante yo era el que estaba al mando, no era una sensación del todo agradable pero si gratificante.

Bajamos con cuidado las escaleras y tiré suavemente de la puerta que daba a la calle, salí y pegado a la pared vislumbre el callejón. No parecía haber nadie. Mis compañeros salieron de la casa y empezamos a andar hasta donde cortaba con la otra calle, mejor iluminada. Íbamos seguidos y pegados a la pared, aún no llegaba a comprender qué había sucedido ni qué había sido del comandante y de Steven.

De repente me di cuenta de que si seguía con este plan estaba poniendo sus vidas en bandeja al enemigo así que levanté la mano para que mis compañeros se detuvieran y les señalé unas cajas de madera qué había en la esquina. Subí primero y mis compañeros detrás.

- Chicos. – Les susurré – Necesito que me ayudéis a entender qué esta pasando.

- No lo sé señor pero todo indica a que nos han traicionado. – respondió Kevin, era uno de los mejores soldados que había visto en mi vida. Estaba dotado de un gran dominio de las armas blancas y de fuego y nadie con dos dedos de frente querría enfrentarse cuerpo a cuerpo con él. Además era un gran estratega. Nunca había llegado a un alto cargo en el ejército por mostrar en varias ocasiones su descontento con los superiores.

- Todo apunta a Steven – apoyó Xander, hermano de Kevin y siempre a la sombra de su hermano mayor. – Al fin y al cabo, ¿Qué sabemos de él?, nunca ha dicho gran cosa sobre él aparte de que perdió a sus hombres en batalla, y eso que llevamos tres días metidos en ese agujero.

Me quede mirándoles y asentí, todo apuntaba a la misma persona. Habría aprovechado mi incidente con Sinan en la bodega para subir a la parte de arriba y sorprender al comandante. Además, que no hubiera podido salir de la bodega en ese tiempo le provocaría cierta impaciencia al no poder informar al enemigo de nuestra posición.

Demasiados pensamientos en mi cabeza buscaban su lugar en el puzzle para visualizar algo coherente. En este momento estaba frustrado al no tener ningún plan. Poco quedaba para el amanecer y no podríamos quedarnos en el tejado para siempre. Además el tiempo corría en nuestra contra puesto que al salir el sol revelaría nuestra posición. Podríamos volver al refugio pero estaba seguro de que el enemigo ya se hacia una idea de donde encontrarnos, siempre y cuando Steven no hubiera destapado ya nuestra posición exacta.

Volví de mis pensamientos al ver a mis hombres deseosos de recibir órdenes. Les miré y decidí ser sincero con ellos, les dije que pensaba que estábamos solos en la ciudad y que nuestra derrota era inminente, que lo único por lo que podíamos luchar ahora era por salvar la vida.

Sólo obtuve por respuesta un tradicional “a la orden” que salió al unísono de ambas bocas. Yo buscaba su aprobación pero los hermanos me veían como su superior y únicamente buscaban una orden a la que obedecer. Aún así me tranquilizó pensar que de estar Kevin en desacuerdo lo hubiese mostrado abiertamente.

Desde el tejado estudiamos la ruta más conveniente hacia la muralla para una vez llegáramos allí escalarla lo más rápido posible.

Descendimos del tejado sigilosamente y de sombra en sombra y escondidos de las tropas enemigas fuimos pegados a la pared recorriendo varias casas. El sol ya empezaba a asomar indicando donde nos encontrábamos cuando oímos madera partirse. Lo más inteligente hubiera sido huir del escándalo ya que atraería a las tropas, sin embargo, podría ser que el comandante siguiera vivo y acudimos en esa dirección.

Fue entonces cuado vimos al comandante tirado en el suelo boca arriba, sobre unas cajas rotas de madera y una alfombra de frutas. Steven le apuntaba a poca distancia con su fusil. Fue entonces cuando Kevin hizo manifiesto de todo su talento y lanzó contra el traidor un hacha que se encontraba a mis pies. El arma silbó en el aire alertando al objetivo pero no le dio tiempo a reaccionar y calló al suelo con el arma clavada en la parte lateral de la cabeza.

El comandante tomó su arma del suelo y nosotros nos acercamos para aceptar órdenes. El sol ya alumbraba toda la calle y mostraba la blanca nieve manchada de rojo. Era un panorama desolador.

En unos instantes nos vimos rodeados de enemigos y formamos pegados a la pared rodeando a nuestro comandante, herido levemente. De entre la multitud de enemigos destacaba un hombre mayor y bien vestido, con una armadura muy adornada y se dirigió al comandante:

- Muy buen trabajo, enseguida serás recompensado por tu inestimable ayuda para acabar con la resistencia, sólo debemos eliminar a estas tres alimañas.

Miré a mis compañeros, tan conscientes de que la batalla había acabado ahí para todos nosotros como yo, éramos inferiores en número y el único arma de fuego que poseíamos estaba en manos del que creíamos nuestro aliado.

Se oyó un disparo tan cerca que pensé por un segundo que lo había recibido yo. Uno de los hermanos cayó al suelo. No podría decir quien fue puesto que yo tenía la mirada fija en el filo de mi puñal, ya teñido de sangre amiga y brillando como pidiendo más aun. Me deje llevar por una furia animal y empecé a cortar miembros y cabezas como si de simples verduras se trataran. Oí un grito a mi espalda y después cómo Xander cargaba el arma arrebatada y me susurraba según apoyaba su espalda a la mía para cubrírnoslas mutuamente:

- Yo ya voy a morir en paz amigo mío, mi arma esta tintada con la sangre del verdadero traidor.

Curiosamente ese fue un comentario que me tranquilizó. Grité sabiendo que iba a ser la última vez que lo iba a hacer y me abalancé sobre todos aquellos hombres. No tardé en sentir el frío acero llegar a mi pecho y atravesar mi piel y varios de mis órganos. Mi cuerpo empezó a escupir sangre, mi arma deslizo de entre mis dedos.

Me agarré el pecho procurando tapar la herida. Levanté la cabeza para mirar a mi alrededor nada más mis rodillas tocaron el suelo. Caí fuertemente sobre mi lado izquierdo y me golpeé la cabeza. Pero ya nada dolía. Empecé a verlo todo borroso y a dejar de oír quedando todo en un extraño silencio. Sabía que iba a morir, pero no importaba. Ya que por fin podría descansar.

jueves, 9 de julio de 2009

Decepción

Y de nuevo me quedo atónito mirando el televisor, un jugador de fútbol dispara a un hombre únicamente por llamarle no se qué. El jugador se mosquea, sale de su coche y sin más miramientos simplemente le dispara dos veces.

El hombre sale en televisión y pide disculpas, y me pregunto yo: ¿Disculpas de qué? Que no hay vuelta atrás, que has arrebatado una vida y destrozado la de mucha gente. Y su única y triste excusa es que había bebido...

Una prueba más de que la especie humana es autodestructiva.

No creo que sea necesario añadir nada más...

sábado, 27 de junio de 2009

Moonwalker, ¿Hacia donde?

Todo esto me parece exagerado. El hombre tenía talento sí, eso no puedo negarlo, pero ya me he hartado de escuchar una y otra vez qué lo tenía. Qué el dichoso Michael Jackson tuviera talento no le excusa de todo aquello que hizo.

Yo siento si ofendo a alguien pero parece que ahora nadie recuerda cómo tendió a sus hijos de una ventana agarrándoles únicamente con un brazo cómo si para él no fueran más que un instrumento para volver a salir en primera página. ¿O lo de su acusación por pederastia? Puede que no se probara pero es que no llegamos a juicio ya que el padre del crío cedió ante una sustanciosa suma de dinero, otro que vamos, que él tenga precio vale, que al final todos lo tenemos, ¿pero quién es él para decidir cuántos ceros tiene la dignidad de su hijo?

Definitivamente el mundo me decepciona, y cada día más, no puedo entender la capacidad para olvidar esas cosas. Simplemente si dejara de ser un trastornado con talento e ídolo de masas fuese un pirado cualquiera, en ese caso todos le querríamos ver pagando por lo que hace o deja de hacer. Pero claro está el tema del dinero y la fama.

Dos factores que determinan el poder, con incondicionales guardándote las espaldas y un bolsillo rebosante se puede orientar el mundo en la dirección más conveniente. Claro qué, conveniente sólo para unos pocos.

jueves, 18 de junio de 2009

Inevitable

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, que no aprende, que sigue ahí erre que erre hasta que consigue lo que quiere o muere en el intento.

Yo ya no sé que tipo de hombre es ese, no sé si es un hombre valiente y con las ideas claras o simplemente un cabezón con un miedo horrible a la derrota, a reconocer que no puede, a verse acabado.

A mi nunca me gustó perder, pero me niego a pensar que soy el segundo. Sin embargo, sé que tampoco soy el primero, lo que me mueve no es la valentía, es el orgullo.

Y tropezaré tantas veces como sea necesario con la misma piedra, y con piedras aún más grandes si se interponen en mi camino.

jueves, 4 de junio de 2009

Otra más


Hacía mucho frío pero ya no importaba. El paisaje, azul y blanco, le parecía todo igual y comenzaba a desorientarse con facilidad. Apenas reconocía entre el suelo y el cielo. Daba gracias a que la gravedad le indicaba hacia donde caería de perder el equilibrio. El viento silbaba a su alrededor al paso entre las rocas que le rodeaban haciéndole creer que siempre había alguien detrás.

Arrastró la mano por la nieve buscando un saliente sólido al que sujetarse y clavó el piolet con decisión, haciendo fuerza se impulsó y finalmente llegó a una parte firme y horizontal. Se quedó tumbado boca abajo, intentando controlar su respiración, entrecortada por la falta de oxigeno y por el sobreesfuerzo.

Cada día había sido peor que el anterior, cada vez menos fuerzas, menos víveres, menos oxigeno... Había pasado los últimos días esforzándose por conseguir alcanzar la cima, se veía tan sumamente impotente al ver k sus esfuerzos, por intensos que fueran, siempre eran insuficientes, que cientos de veces revoloteaba en su cabeza la idea de volver sobre sus pasos y abandonar. Pero algo le hacía continuar, un paso más y cada vez con menos esperzanza, su autoestima había quedado mucho más abajo que la falda de esa enorme montaña.

Levantó la cara apartándola de la fría nieve y con una sonrisa abrió los ojos suavemente. En ese momento el tiempo se detuvo, no estaba en la cima, aún quedaba un buen tramo hasta allí. Cerró los ojos y de nuevo undió la cara en la nieve, su cabeza volvió a inundarse, ¿Debería volver sobre sus pasos?

jueves, 28 de mayo de 2009

4 paredes


Ando rápido haciendo sonar mis pasos, como si tuviera prisa por llegar, como si algo diferente me deparara hoy entre esas cuatro paredes a las que ansioso acudo día tras día. Encajonados billones de nosotros en este pequeño mundo que cada vez nos deja menos espacio para cada uno y nos obsesionamos con encerrarnos en cuartos mucho más pequeños.

Sin embargo hoy no. Voy a controlar unos instantes el mono de seguir una rutina, voy a regalarme algo de mi tiempo para mi.

Un banco libre, es más, aparentemente libre, sin paredes que lo encierren pero aún así encajonado entre altos edificios. Es igual, no voy a encontrar nada mejor.

Me descuelgo la mochila, la dejo caer al suelo cuando esta a apenas un palmo de él y me siento. Me estiro y cruzo las piernas, parpadeo y tras un bostezo me ajusto las gafas. Una suave brisa me despeina a la vez que mece las hojas de los árboles como pretendiendo dormirlas como a un bebé, esa sensación despierta mis sentidos.

Huele a rocío, a lluvia de la noche anterior, a hierba recién cortada. Mis oídos captan el piar de los pájaros cercanos y las alegres voces de unas crías de camino al colegio.

Quizá nunca me habría fijado en ellas de no haberme parado, ni en esa señora que a duras penas carga con las bolsas de la compra, ni en el frutero que carga la fruta desde el furgón hasta la tienda, ni en el pelo de aquella chica ondeando al viento. No me habría fijado en ellos porque me son totalmente ajenos.

Ellos, encajonados en su rutina, no habrán deparado en mi presencia ni en ninguna de las cosas de las que, por unos instantes, he sido consciente de que estaban ahí.

No recordaré ni los olores, ni los sonidos ni a ninguna de esas personas. Me levanto y cojo mi mochila, la monotonía me reclama, esas cuatro paredes piden cercarme de nuevo.

domingo, 17 de mayo de 2009

Euromisión

Otro año más nos sorprendemos al llegar a casa el sábado y encontrarnos a un miembro de nuestra apreciada familia viendo la televisión ya pasada la medianoche y que, sin darnos tiempo a apenas cerrar la puerta, nos grita desde el salón "¡mira, mira qué ridículo estamos haciendo!".

Y aún sin saber muy bien de que se trata nos acercamos al televisor expectantes para encontrarnos con la EPE (Euromisión Política Exterior para los que no estén familiarizados con las siglas). Y es que un concurso europeo que inicialmente, y supuestamente, comenzó como una exibición de el talento que cada país mostraba al resto de Europa con el mayor orgullo nacionalista ha acabado siendo una marioneta política.

España recibió gracias a la actuación de nuestra cantante, de la factoría operación triunfo como no, veintipocos puntos, no se cuantos exactamente. Nos votaron Andorra, Portugal, Suiza y Grecia, de los cuales, dos son fronterizos y tenemos por reina a una griega. Así qué, queridos lectores, ¿Qué es esto si no política exterior?

jueves, 14 de mayo de 2009

Oscuridad

De nuevo se apagó la luz de fuera y la rendija que emanaba esos pocos rayos de luz se secó. Sus ojos no tardaron en acostumbrarse de nuevo a la oscuridad. Apoyó la huesuda espalda en la fría e incómoda pared de roca y palpó cautelosamente el húmedo suelo con las llemas de los dedos buscando algún resto de los huesos de pollo que le habían dejado. Los peores eran para él, pocas cosas sabía sobre los que le tenían ahí abajo pero una de ellas era que los mejores huesos se los echaban a los perros. Arañó el hueso en busca del mínimo ápice de carne. No hubo suerte. No recordaba cuando era la última vez que le habían dado de comer, las horas pasaban lentas en la oscuridad y no tenía ninguna consciencia del tiempo que llevaría ahí. Podrían ser semanas e incluso meses pero no lo sabía con certeza. Intentó incorporarse en vano ya que la cámara era lo suficientemente pequeña como para no poder levantarse y lo suficientemente estrecha como para que no se pudiera tumbar. Se acarició la pierna, desnuda desde el primer día, al igual que el resto de su cuerpo, cuando le despojaron de su ropa y del resto de sus cosas, con su huesuda mano, daba gracias a no tener un espejo, no le gustaría verse así. Desnutrido y moribundo, con cada vez menos esperanza de seguir vivo mucho tiempo y con menos aún de que en algún momento alguien optara por rescatarle. Dudaba de que alguien siguiera buscándole. A estas alturas todo el mundo le daría por muerto y, en cierto sentido, le gustaría que así fuera.

domingo, 10 de mayo de 2009

La fe mueve montañas

Se avecina un acontecimiento esperadísimo por millones de vascos en todo el mundo. Si señores, y no es un encuentro entre patxi e ibarretxe, no es un informe detallado sobre nuestro amado árbol de gernika ni, por sorprendente que parezca, es una guia sobre como ligar en euskadi. Todo eso es completamente secundario frente a lo que se asoma.

El esperadísimo evento es la final de la copa del rey. Tras casi un cuarto de siglo el conjunto rojiblanco consigue optar al titulo. Y la mejor afición lo demuestra día a día.

Cientos de vascos han pedido el jueves libre ante la inminente celebración del miércoles noche, independientemente del resultado del encuentro a mi parecer. El fútbol en este país es una autentica religión.

Prácticamente todos los "creyentes" acudiremos con toda nuestra fe el miércoles a las 22 horas (una hora menos en canarias que también habrá quien lo vea desde allí) a las pantallas dispuestas por la ciudad, a los bares, al estadio, desde nuestros propios televisores o, unos pocos privilegiados, en el mismo mestalla.

El día de culto a mercurio la villa de Bilbao será una, pararan los relojes durante algo más de noventa minutos, todos los alientos estarán fijos en un único pensamiento: sólo hay una opción, la victoria.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Me gustaría ser libre


Me gustaría ser libre. Ese pensamiento ha invadido mi cabeza esta mañana. Hay muchas cadenas que no soy capaz de ver. Sin embargo los grilletes ahí están.

La mayor parte de nosotros llevamos los grilletes todo el rato, no nos desprendemos de ellos ni un solo instante. Y entre ellos yo me incluyo. A pesar de ello no necesitamos llevarlos con nosotros porque están por todas partes.

Me refiero a los relojes, somos esclavos del tiempo, de ese par de manecillas tras la esfera de cristal que las protege de todo aquello de lo que son completamente ausentes. Y si nuestras carceleras se paran necesitamos inevitablemente buscar otras que nos impongan cuándo.

Pero quisiera ir más allá, imaginen por un momento qué desterramos el tiempo de nuestra sociedad, de nuestra cultura, de nuestra historia. Qué eliminamos esa inevitable necesidad de contabilizarlo todo, de ver un antes, un después, un ahora…

Ni siquiera así seriamos libres.

Nuestro reloj biológico no depende de nosotros, no para, nos ordena constantemente qué debemos hacer y cuándo. Cuándo comer, dormir, desechar… Y si no le obedecemos se vuelve en nuestra contra hasta matarnos si es necesario.

Somos esclavos de nuestra propia naturaleza. Ella puede darnos la oportunidad de vivir pero únicamente bajo sus estrictas condiciones.

Nunca seremos libres, de nuestro cautiverio depende nuestra propia existencia.

lunes, 4 de mayo de 2009

Bajo el sol

Allí estaba. Tumbada al sol sobre la amarillenta hierba como solía hacer todos los días cuando el astro estaba en lo más alto. Como de costumbre él se limitaba a observarla desde el mismo rincón de siempre.

Esas caderas voluminosas y esos estilizados muslos le hacían perder la cabeza. Su pelo, castaño oscuro aunque con algunas zonas más claras, ondeando al viento no le dejaban centrarse en su objetivo. Ese cuello tan largo le hacía la boca agua y deseaba constantemente tomarla.

El viento cambió de repente y los matorrales tras los que estaba le golpearon la cara arañándosela. Contrajo los músculos y se quedó en tensión. Se agachó ocultándose completamente y procurando camuflase entre la maleza. Afinó el oído a la espera de escuchar algún movimiento por parte de ella.

Pasó unos segundos en silencio y completamente quieto. No oyó nada y decidió relajarse y buscar un hueco entre las ramas del matorral para ver la situación. Entreabrió sus rasgados y enormes ojos y observó atentamente. Seguía exactamente en la misma posición. Respiró hondo ese aire tan caliente y agobiante. Todo estaba a su favor. Ese era el momento de actuar.

Entonces ella se levantó rápidamente e impulsándose en sus patas traseras y de un brinco recorrió el páramo para ocultarse entre la maleza que protegía a los débiles herbívoros. Las hienas le habían espantado. Se miró las garras y escarbó en el suelo. Se relamió.

Tendría que volver a conformarse con una liebre despistada o un mono jugando inconscientemente en ramas suficientemente bajas. No era comida digna de un felino de su tamaño pero ya sorprendería a aquel apetitoso corzo en otra ocasión.

viernes, 1 de mayo de 2009

Papás y mamás

¿Jugamos a contar mentiras? Venga anímense, pasaremos un buen rato. Empiezo yo: El hombre y la mujer son iguales en la sociedad. Bueno discúlpenme no se puede empezar a jugar con mentiras tan gordas que si no la diversión no dura nada.

Muchas razones me podrían haber llevado a escribir esta entrada, como aquel soleado pero frío día que a unos compañeros y a mi nos abordó una entrevistadora. La joven mujer, buena cumplidora de su trabajo, comenzó preguntándonos qué sería de nosotros si nuestras madres dejaran de trabajar en casa. Yo la interrumpí al momento preguntándola a ver si los padres no trabajaban en casa. Menos mal que era una mujer y no un hombre quien formulaba la pregunta…

Pero en esta ocasión lo que me ha llevado a escribir ha sido un anuncio de algún lugar de culto al consumo, centros comerciales creo que los llaman, que he escuchado en la radio. En él nos invita a llevar a nuestros hijos a cierto acontecimiento, pero eso sí, la niña tiene que hacer el papel de barbie y el retoño masculino de piloto.

¿Donde está esa igualdad a la que se supone hemos llegado? ¿Acaso no damos carnés de conducir a las mujeres? No, se me olvidaba, conducir es cosa de hombres. Y lo que me parece aun peor, ¿Mi hijo no puede ir de barbie si es lo que le hace feliz? No desde luego porque eso es de maricones. Y no queremos maricones, solamente machos ibéricos .

Yo sólo digo, basta de hipocresía y basta de estupideces.

sábado, 25 de abril de 2009

Prisiones invisibles

Fue entonces cuando le vió. Ahí estaba ella, bailando y con melena castaña clara ligeramente ondulada ondeando cada vez que movía la cabeza. Moviendo esas caderas de un lado a otro hipnotizándole como sólo las de ella podían.

Ya sabía que iría a esa recóndita discoteca aquella noche, era incapaz de perderla de vista. La seguía con la mirada ahí adonde iba a pesar de toda esa gente k los separaba. Dudó durante toda la noche de qué haría cuando la viera.

No estaba seguro de si le había visto pero sus dudas se disiparon cuando ella paró de bailar de repente y se dirigió hacia él.

- Hola nene - saludó con su sensual voz.

- Hola.

- ¿Qué haces tu por aquí? Hacía mucho que no venias, ¿no?

- Pues nada, de fiesta, ya ves - respondió intentando evadir la conversación.

- No seas arisco conmigo - le reprochó ofendida - ¿Aun me guardas rencor?

- Bueno no me faltan razones, ¿no crees?

- Venga no seas así - Le susurro al oído, se retiró y le miró con esos enormes ojos marrones de niña buena a los que no se les podía llevar la contraria.

Se quedaron mirando en silencio y ella se le acercó aun más. De repente se dió cuenta de que llevaba un rato sin escuchar la altísima música y de que en algún momento había dejado el cubata en la barra para agarrarla a ella. Sus labios ya no necesitaban del alcohol, sólo le necesitaban a ella.

La agarró de la parte inferior de la cadera y ella se apoyó en él. Inclinó su cabeza hacia la de ella. Sabía que el placer que iba a experimentar a la larga sólo le perjudicaría como había hecho hasta ahora. Estaba a punto de caer de nuevo en sus redes.

No podía detener ese impulso de poseerla, aunque sabía que sería por un rato y luego le despacharía como hacía siempre. Su cabeza le decía que la soltara pero esas curvas que tanto ansiaba recorrer con las llemas de sus dedos hablaban otro idioma, y en este momento era a su cabeza a quien no conseguía entender.

- Odio tu juego - le dijo cuando apenas estaba a unos milímetros de sus carnosos labios y la derrota era tan inminente como evidente. Ella esbozó una sonrisa y abrió ligeramente los boca enseñando un ápice de sus blanquísimos dientes envidiados incluso por los dentistas.

Sus labios se fusionaron con los de ella sólo un segundo antes de notara como la lengua de ella abrazaba pasionalmente la de él. La mezcla de sensaciones que le probocó le hizo perder el control de todo. Sintió como se le aceleraba el pulso y se quedaba sin aire, como sus manos recorrían su espalda deslizándose hacia abajo inconscientemente.

Entonces ella se retiró dándole un latigazo a todas esas sensaciones y partiéndolas en cientos de trocitos. Se quedó sin habla mirándola.

- Gracias, sólo quería comprobar hasta qué punto tengo control sobre ti. - Le apartó y volvió donde la había visto por primera vez aquella noche.

sábado, 18 de abril de 2009

Una de tantas


Miró de nuevo el reloj. Ya llevaba casi media hora esperándole. Pensó en llamarle pero sus brazos no obedecieron y siguió en la misma posición. Se quedó mirando los adoquines del suelo y pronto se desenfocó todo. Parpadeó y impulsándose haciendo fuerza sobre la fría pared en la que estaba apoyada se dirigió hacia un banco al que llevaba mirando un buen rato.

Antes solían salir muchos en la cuadrilla pero se fueron distanciando al ir emparejándose. A veces, los sábados, se reunían algunos pero nunca llegaban a la mitad de los que se suponía eran en total. Siempre tenían algún compromiso.

Ninguno de ellos llegaba a los 22 y más de uno llevaba hasta 5 años con la novia. Y sabía que no era cosa de solo su cuadrilla, siempre que se atrevía a ir a ligar con alguien había alguien que tenía pareja. Era algo que no era capaz de comprender, esa necesidad de estar comprometido con alguien a esta edad, le parecía ridículo y desde luego nada oportunista.

A ella le gustaba estar soltera, sin tener que dar explicaciones a nadie, únicamente tenía que responder ante si misma. Sin embargo, a veces si echaba en falta ese cariño que dicen que sólo tu pareja puede darte. A pesar de ello su libertad estaba por encima.

Era consciente de que no tenía ningún problema para echarse novio, siempre se lo decían sus emparejados amigos. Pero tenía demasiado miedo a comprometerse ya que ya le habían roto el corazón.

Ella también había hecho daño a algunas personas y ahora sabía lo que dolía. Por eso cada vez que le gustaba alguien que realmente le importaba nunca le decía nada, no quería arriesgarse a hacerle daño en un futuro.

A veces miraba al futuro y se veía sola, todo el mundo tenía ya a alguien y ella lo único que tenía eran rollos de una noche que no la inspiraban nada, no significaban nada, era simplemente por pasar el rato. Y un chico con el que solo compartía su morbosa afición de hacerlo en los baños de la universidad.

Sus amigos, su ambiente, la sociedad le imponían encontrar a alguien y casarse y comer perdices. Lo veía como algo inevitable, por eso estaba esperando impacientemente a ese chico con el que compartía tantas cosas.

Se levantó y abandonó el banco bañado por los tímidos rayos de sol de primavera. Llenó sus pulmones todo lo que pudo y lo soltó suavemente, un día más sin tener que dar explicaciones a nadie.

domingo, 12 de abril de 2009

El oficio del engaño


A pesar de lo que pudiera dar a pensar esta imagen hoy no voy a hablar del aborto, eso es un tema que deseo dejar para otro día. Ni siquiera voy a hablar de las especies protegidas a pesar de aparecer ese precioso y poco común lince ibérico en el cartel.

Y en realidad no es porque no me importen ninguno de los dos temas a los que seguramente les acabaré dedicando una entrada en alguna ocasión. Pero en fin, si me disculpan iré al grano.

De lo que quiero hablar es de esa pequeña, o posiblemente gran mente, ya que es sabido que las grandes mentes son incomprensibles para el humano común, que se le ocurrió la fantástica idea de comparar un niño o un bebe o un feto o un embrión o como quieran llamarlo con un animal en vías de extinción.

Dudo sinceramente que nuestro, supongo que cristiano convencido y practicante, publicista sea medianamente normal. Y siento en el alma darle este trato pero independientemente de la posición que se tome frente al aborto creo que comparar a un ser humano con un animal carente de muchas capacidades que un humano tiene, entre ellas razonar (aunque claro ha quedado que no todos tenemos esa capacidad) denota que carece de el sentido común. Ese sentido del que estamos tan enorgullecidos de haber desarrollado gracias al milagro de la evolución pero del que raramente hacemos uso...

La publicidad manipula la verdad, intenta reblandecer nuestros corazones y mangonear nuestras mentes con medias verdades (o medias mentiras como lo quieran ustedes ver). Y este es un claro ejemplo de cómo la publicidad nos moldea y nos hace ver las cosas como quieren que las veamos y no como realmente son. ¿Es esta una de las consecuencias de la libertad de expresión?

sábado, 11 de abril de 2009

Criatura del sistema

Los libros desperdigados por el suelo, un montón de folios rellenos de cuentas ininteligibles para casi todo el mundo sobre la mesa y la papelera rebosante de bolas de papel. Estaba todo exactamente igual a como lo dejó la noche anterior justo al echarse a dormir ya con los sentidos extenuados a pesar de la gran cantidad de cafeína que recorría sus venas. Había pasado toda la noche estudiando. Miró el reloj. Era pasado ya el mediodía y el sol estaría en lo mas alto aunque la persiana le impedía entrar en ese oscuro cuarto.

Se levantó y se dirigió hacia la mesa, se sentó en la silla que tras tantas horas sentado en ella ya sentía como parte de si mismo y buscó el móvil. Cuando sus ojos se acostumbraron a la luz de la pantalla de este consiguió reconocer un sms de uno de esos a los que llamaba amigos. Él sabía fielmente que ese tipo no era su amigo, solamente era uno de esos con los que quedaba para tomar todo tipo de drogas hasta no reconocer nada de lo que le rodeaba. En muchas ocasiones al día siguiente no era capaz de recordar nada de lo que le había pasado pero eso le evitaba tener cargo de conciencia, si es que podía tener algo de eso.

Notó como su estomago le reprochaba que llevaba más de doce horas sólo a base de café y dejó el sms sin leer. Se dirigió decisivo y ágil hacia la cocina a la vez que pasaba por encima de la ropa que llevaba varios días en el suelo. Al esquivar una lata de cerveza aun con algo menos de la mitad recordaba como su padre le pidió al marchar unos días antes que mostrara algo de madurez en su ausencia. Se había estado preguntando durante estos días qué entendería su padre por madurez.

Hacía ya tres meses que su madre les dejó sin dar explicación ninguna aparte de que estaba cansada de los dos. Él nunca se lo reprochó, al fin y al cabo vivir con él y con su padre tenia que ser un autentico infierno, y después de más de veinte años había mostrado algo más que paciencia.

Abrió la nevera como hacía automáticamente cada vez que se levantaba y un día más la descubrió vacía, colonizada por un yogurt caducado, un par de tomates y unas pocas botellas de cerveza que, a decir verdad, era lo único que había salido a buscar a la calle desde que su padre marchó.

Miró la encimera y al seguir ahí el bote con el café decidió hacerse otro en contra de los consejos de el mártir que tenia por estomago. Estaba echándole el azúcar cuando sonó el teléfono. Lo dejó sonar durante algo más de un minuto durante el cual no movió ni un músculo. Recién cesó ese horrible sonido volvieron a llamar. Con un suspiro por el sobreesfuerzo se dirigió al salón y lo cogió.

Era la chica con la que estuvo hasta hace unos días. Nunca sintió gran cosa por ella, de hecho apenas la soportaba. No llegó a entender nunca porqué estuvo con ella y dudaba realmente que alguna vez llegara a entenderlo. Tras una absurda conversación llena de reproches colgó preguntándose si el sexo con ella era suficientemente bueno como para soportar ahora esto.

Volvió por su café que tras probarlo y notar como lo frío que estaba le provocaba unas arcadas lo dejó en la fregadera y encogiéndose de hombros mirando a la pared como hubiese hecho en presencia de su madre fue en busca del móvil para leer el mensaje.

“eh tío sals oy d fiest? Bnga dat 1 rspiro kpuyo. Yamam cn lo q sea!” Se quedó mirándolo y lo releyó un par de veces más hasta comprender lo que quería decir.

Tiró el móvil sobre la cama, se desnudo haciendo el montón de ropa aun mayor y se metió en la ducha. El agua caliente acariciaba su piel y relajaba sus músculos. Cerró sus ojos, “¿y esta es la generación que va a arreglar el mundo?” pensó.

martes, 7 de abril de 2009

Cuestión de igualdad

Las lenguas minoritarias tienen un gran problema respecto al imperialismo de idiomas como el ingles, chino, castellano... Una de ellas es el euskera, de origen confuso, una de las lenguas más antiguas y muy poco extendida (practicamente solo en el país vasco) debido a la geografía abrupta del país vasco y de sus gentes cerradas que durante siglos se han mantenido practicamente sin moverse de sus fronteras.


Sin embargo las lenguas minoritarias no son solo un idioma, son cultura, un distintivo de cada sociedad, algo que es parte de la tierra. Por desgracia, y al menos en el caso del euskera, carece de la atracción que podrían tener otras actividades culturales (como los Sanfermines) por no tratarse de algo ocioso. Crea rechazo, claramente, porque implica un esfuerzo intelectual.


Durante los años de dictadura franquista el euskera, como muchas otras cosas, quedó prohibido y como consecuencia se perdió en gran medida. A pesar de ello, una vez vueltos a la democracia se tomaron en castellano y el euskera idiomas con doble oficialidad en el país vasco, tomando por tanto mismo nivel de importancia.


Las nuevas medidas políticas pretenden quitar la obligatoriedad del euskera lo cual me parece una soberana equivocación. El euskera necesita mucha ayuda para recuperarse y creo acertado darle un empujón. Poner el euskera como algo opcional cuando el castellano se aprende igualmente en el modelo castellano es poner el euskera como algo secundario y por tanto atentar contra la doble oficialidad.


La única manera de salvar el euskera y por tanto cuidar de nuestra cultura es exigirlo al mismo nivel que el castellano porque ambos son indispensables y merecen el mismo reconocimiento, ese que se perdió cuando la dictadura no respetó practicamente ningún derecho, entre ellos a comunicarnos como siempre se ha hecho en esta tierra, con nuestro idioma.

jueves, 26 de marzo de 2009

El día 25 de marzo PSE decidió hacer pública su decisión de, desde el aún por confirmar gobierno de Patxi, eliminar las subvenciones para desplazarse a las prisiones que otorgó Ibarretxe en 2006 a las familias de presos de ETA.

Apoyo y considero inteligente la decisión de separar a los presos de ETA por territorio español para evitar que se reagrupen y dirijan la organización desde el interior de las cárceles pero creo firmemente que a pesar de ser presos, y muchos de ellos asesinos, siguen siendo personas.

La mayoría de esas personas tienen familias que les quieren a sabiendas de que han hecho mal a personas inocentes y desearán poder verles con la mayor regularidad posible. Además estoy seguro de que la presencia de esos familiares es una de las claves para el arrepentimiento de esas personas.

Quitar las subvenciones a esas familias, porque se las quitamos a las familias no a los asesinos, es privarles de el derecho de ver a sus seres queridos, a esos hermanos, padres, tíos, amigos... que están muy bien encerrados y pagando por el mal que hicieron pero no aislados de seguramente las pocas personas que aún creen que no están perdidos y pueden retomar un camino más humano.

lunes, 23 de marzo de 2009

Tolerantes de libro

"No si a mi me parece algo normal" Cuántas veces habré oído esta mítica frase que para muchos está completamente vacía de sentido... La homosexualidad es un tema en efervescencia en la actualidad aunque siempre ha estado ahí, solo que "escondida" por una u otra razón. Pero no me quiero desviar que no es el tema que hoy me ocupa.

De lo que quiero hablar hoy es de todas esas personas que tienen por presentación frases tan inteligentes como "Oye que a mi me parece perfecto" o "Para gustos los colores" entre otras muchas, pues que quieren que les diga a mi estos me parecen los más intolerantes.

Si me lo permiten puedo incluso decirles que yo personalmente prefiero a aquellos y aquellas (hay que ser políticamente correcto) que no tienen ningún reparo con sus opiniones respecto a los "normales" de los que hablan los del párrafo anterior. Se limitan únicamente a proclamar sin miedo alguno cosas como "Pero que asco, si es que tienen algo mal en la cabeza". Este tipo de gente es gente auténtica, gente que no teme decir lo que piensa. Sin embargo no comparto su opinión pero al menos sabes a qué atenerte si le declaras tu homosexualidad, al contrario que a los tolerantes de libro que nunca sabes con qué te van a salir.
Respecto a los tolerantes de libro tengo una duda, no se si es que no son capaces de aceptar sus juicios sobre ciertos temas o es que simplemente tienen miedo de lo que los demás opinen de ellos. Porque, al fin y al cabo, si todos acabamos siendo juzgados por los que nos rodean, ¿será que tienen miedo a ser tan despreciados por los demás como ellos desprecian a los homosexuales?

domingo, 22 de marzo de 2009

siempre es duro comenzar

La verdad es que llevaba bastante tiempo pensando en escribir si les soy sincero, que ya que comenzamos con sinceridad mi idea es precisamente esa, decir únicamente lo que pienso y nada más. ¿Creare polémica? pues no tengo ninguna manera de saberlo pero lo único que pretendo es ver en que medida mis ideas son compartidas o no. Yo les ruego a los apreciados lectores que tengan unos minutos para atender a mis intentos de encadenar las palabras dándoles cierto sentido que sean sinceros también conmigo y no teman en dar su opinión.
Pero bueno que m desvío del tema principal de esta primera, y espero que no ultima, entrada. Quisiera escribir sobre lo que vivo veo y siento en mi día a día, sobre aquellas cosas que m parecen injustas, curiosas o simplemente dignas de comentar, sobre aquellas personas con las que hablo a diario o cada dos semanas, dos meses o con esa amable señora que paseando al perro se acerca y pregunta timidamente la hora. Porque hay veces que cada detalle cuenta.
Finalmente me remito a comentar cuanto me ha costado elegir una primera entrada, tenia tantos temas en la cabeza, tantas cosas que contar... Y resulta que como no me decidía he optado por improvisar y esto es lo que he conseguido.