domingo, 23 de agosto de 2009

¿Lo tienen en rubio?


Póngame cuando pueda una de rabas, dos ruedas, una caña y un niño rubio como su padre y con los ojos azules de la abuela por favor.

Bebes a la carta. Hasta ahora se nos ofrecía la posibilidad de decidir si queríamos niño o niña (cuestión que no se libró de polémica) pero la ciencia siempre puede ir un paso más allá. En un año, en estados unidos (como no), se pondrá en practica con fines, probablemente, algo más que medicinales.

La ciencia es capaz de observar cada embrión y determinar cuales son más propensos a desarrollar las características que se nos hayan encaprichado. Desde niños (o niñas, a elección del consumidor) con los ojos de un determinado color o la piel más o menos oscura hasta más inteligentes o más altos.

Ahora la competitividad frente a otros individuos de la especie empieza incluso antes de su concepción.

Es una técnica útil a la hora de hacer a las futuras generaciones menos propensas a sufrir ciertas dolencias o enfermedades que hayan podido sufrir sus familiares pero me crea cierta inquietud pensar qué, como todo, llegará a ser una practica meramente estética, será como pasar por el quirófano a inyectarse botox incluso antes de tener donde inyectárselo.

¿Hasta qué punto atentamos contra la libertad de recién nacido amañando las probabilidades de que desarrolle unos rasgos u otros? Y ya sabemos cómo es el mundo, ¿Cuánto tardará el primer diseñado en denunciar a sus padres por imponerle ciertas características que no le agradan? Simplemente sólo hará falta esperar a que algunos de estos niños crezcan y desarrollen sus propias ideas.

1 comentario:

  1. Disculpa que discrepe, mi pequeño y vagabundo camarada. Resulta que no creo que ninguna moral acepte que una vez que tenemos la opción de elegir, no evitemos una discapacidad a nuestre hije.

    Pero hostias, ¿Acaso ser feo no es una discapacidad? Argg, la hipocresia es un invento del capital para dividir a la clase obrera.

    Espera a que denuncie a mis padres por mi malogrado metro y medio...

    ResponderEliminar