viernes, 13 de noviembre de 2009

Hipocresia verde

Es muy difícil contentar a todo el mundo, de hecho, me atrevería a decir que es imposible, siempre hay alguien que le encuentra una pega o un fallo o un detalle sin importancia a algo y le es más que suficiente para quejarse.
Pero si hay un colectivo que no se deja contentar es, sin duda, los verdes, los benditos ecologistas, siempre tan preocupados por el medio ambiente, por la mami tierra a la que le debemos todo y no le damos nada. Protegiendo a las ballenas, mirando por el bien de las aguas contaminadas, haciendo lo posible por preservar las pocas zonas verde, o los pulmones del planeta como ellos las llamarían.
¡Joder es que parece que no tienen nada más interesante que hacer que dedicarse a decirnos lo que hacemos mal! Ahora se están quejando de que las pobres aves migratorias se chocan contra los aerogeneradores dispuestos por las colinas para que, precisamente, tengamos energía limpia. Que si no recuerdo mal están ahí dispuestos porque estaban hartos de la contaminación por parte de los combustibles fósiles.
Pues lo siento señores pero el mundo no es perfecto y todo lo que se hace en pro de algo tiene sus contras, se hace lo que se puede con lo que tenemos. Si tienen alguna idea de dónde poner los generadores para que los pobres pajaritos vuelen sin peligro estaremos interesadísimos de escucharla, que de moverlos ya nos ocupamos nosotros.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Desnudo

Basta ya de tonterías, de figuras literarias vacías de sentido que únicamente uso para evitar decir directamente lo que indirectamente suena mejor, basta ya mascaras y de bailar tras una cortina para que con una sombra comprendas lo que siento. ¡He dicho que vale ya! Mírame, desnudo mi alma...

No quiero más metáforas, símiles, retóricas, hipérboles, circunloquios, antítesis, paradojas, personificaciones, epitetos, paralelismos, anáforas, onomatopeyas, sinalefas, aliteraciones... tan inútiles como este burdo asindeton.

Estoy harto de la rica adjetivación, de los adornos como si se tratara de un triste árbol de navidad, pero ahí están, aparecen tras cada palabra y no me dejan explicarte lo que siento, lo que recorre mi cabeza, lo que atormenta mi alma, lo que hace que cada segundo sea tan distinto del anterior y tenga tantas consecuencias en el siguiente...

Creo que puedo llegar a sentirlo todo a la vez: Cariño, soledad, alegria, tristeza, ira, envidia, impotencia, lujuria, incomodidad, miedo, dolor, calor, ansia... amor.

No conozco otra forma de expresarlo, las palabras en sí mismas, solas, entre comas, lo más puras que pueden ser, intentan interpretar lo que siento. Sin embargo siguen estando vacias, para qué rodear un sentimiento, un sentimiento es.