domingo, 12 de abril de 2009

El oficio del engaño


A pesar de lo que pudiera dar a pensar esta imagen hoy no voy a hablar del aborto, eso es un tema que deseo dejar para otro día. Ni siquiera voy a hablar de las especies protegidas a pesar de aparecer ese precioso y poco común lince ibérico en el cartel.

Y en realidad no es porque no me importen ninguno de los dos temas a los que seguramente les acabaré dedicando una entrada en alguna ocasión. Pero en fin, si me disculpan iré al grano.

De lo que quiero hablar es de esa pequeña, o posiblemente gran mente, ya que es sabido que las grandes mentes son incomprensibles para el humano común, que se le ocurrió la fantástica idea de comparar un niño o un bebe o un feto o un embrión o como quieran llamarlo con un animal en vías de extinción.

Dudo sinceramente que nuestro, supongo que cristiano convencido y practicante, publicista sea medianamente normal. Y siento en el alma darle este trato pero independientemente de la posición que se tome frente al aborto creo que comparar a un ser humano con un animal carente de muchas capacidades que un humano tiene, entre ellas razonar (aunque claro ha quedado que no todos tenemos esa capacidad) denota que carece de el sentido común. Ese sentido del que estamos tan enorgullecidos de haber desarrollado gracias al milagro de la evolución pero del que raramente hacemos uso...

La publicidad manipula la verdad, intenta reblandecer nuestros corazones y mangonear nuestras mentes con medias verdades (o medias mentiras como lo quieran ustedes ver). Y este es un claro ejemplo de cómo la publicidad nos moldea y nos hace ver las cosas como quieren que las veamos y no como realmente son. ¿Es esta una de las consecuencias de la libertad de expresión?

1 comentario:

  1. Ai Asier ... con los publicistas nos hemos topado. En la publiciad, todo vale. Y ya sabes el dicho de que hablen mal o bien, pero que hablen de ti !
    Hoy en día, que los innumerables métodos de márketing están inventados, la única opción que les queda para hacerse notar es con el escándalo, la polémica, campañas transgresoras y desgarradoras, que no te dejen indiferente. Que den para hablar. Recuerdas por ejemplo la campaña de la marca de ropa italiana Nolita? Sí, esa de una mujer-esqueleto ... En realidad, al publicista se la suda lo que aparezca en los panfletos, sólo quiere que cumpla con su finalidad: que se publicite la marca.
    Así que eso, yo no creo que la finalidad del publicista fuese comparar el bebé con el lince, sino usar esa comparación cutre para que todo el mundo hable de esa campaña, que corra por el boca a boca el : " Oye fulanito, has visto el cartel ese del bebé y el lince que han sacado por el tema de la ley de aborto ? Muy fuerte "
    Resumiendo: que con el mínimo gasto en publicidad, llege al máximo número de personas posibles, pese lo que pese. ( se me ocurre en el momento las campañas publicitarias de Ryanair )
    Un saludoo

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