domingo, 27 de septiembre de 2009

Informe preeliminar

Departamento nacional
de investigaciones espaciales

Se presenta este informe en base a la reciente investigación del departamento nacional de investigaciones espaciales del hábitat del tercer planeta del sistema solar respecto al comportamiento de la que, hasta el momento, se cree especie dominante.

La especie dominante parece ser que se denomina a sí misma como ser humano y hasta obtener datos suficientes para situarlo en nuestro sistema de catalogación de especies extraplanetarias así lo denominaremos.

El ser humano denota un comportamiento de especie poco desarrollada, el ser biológico nace, crece, se alimenta, se reproduce y ,finalmente, muere. Este comportamiento lo comparte con el resto de las especies vivas del planeta, sin embargo tiene ciertas características dignas de mención y que serán expuestas en este informe.

Nacimiento y crecimiento
El ser humano se caracteriza por un comportamiento muy protector y se mantiene el recién nacido con la familia hasta pasada la adolescencia y parte de la etapa de madurez de la especie, se trata de un comportamiento muy extraño en una especie dominante.

Alimentación
La especie se basa en una serie de alimentos naturales que obtiene de la tierra de otro tipo de seres vivos incapaces de moverse de su sitio ya que dependen de la tierra sobre la que están apoyados y de otros seres vivos que tienen más características en común con la especie dominante que los anteriores. Lo extraño es que toman una gran cantidad de alimentos del sistema pero en vez de habituar su organismo a estos alimentos y volverse más fuertes e inmunes tratan estos alimentos de manera que estos son los que se habitúan al organismo.

Reproducción
La especie se comporta de una manera ciertamente extraña en este campo. Se reproducen en parejas, siendo uno de cada sexo, que es que cada especie tiene dos prototipos que, combinados adecuadamente, y en ciertas condiciones biológicas engendran otro ser vivo. Lo cual les deja en clara desventaja evolutiva puesto que necesitan ambos géneros para sobrevivir.
Además en la mayoría de las ocasiones en las que se combinan para crear un ser vivo median para evitar la procreación. Aún se están tomando datos para conseguir explicar el porqué de este extraño comportamiento.

Muerte
Se podría decir que la especie carece de una esperanza de vida larga, apenas llega a un algseh, lo que serían unas cien vueltas alrededor de la estrella del planeta en estudio. A pesar de esa corta esperanza de vida el resto de seres parecen llorar enormemente su perdida.

Otras características
A pesar de su comportamiento respecto a la muerte se ha observado que tienden a matarse entre ellos con bastante facilidad y que gran parte de su tecnología está preparada precisamente para eso.
También se aprecian grandes diferencias entre unas zonas del planeta y otras, tanto en forma de vida como en avances tecnológicos. No parecen muy solidarios unos rincones del planeta con la otra gran mayoria puesto que hemos podido anotar gran cantidad de muertes por inanición y otras causas parecidas.

Mediante estas primeras incursiones al planeta y con los datos y observaciones tomados y a pesar de que la investigación se prolongará un tiempo más podemos asegurar que será un planeta fácil de invadir. Los datos recogidos aseguran que la mayor parte de la especie se mantiene escéptica respecto a nuestra existencia, como a la de cualquier otra civilización, aparte de la suya por tanto se tratará de un ataque sorpresa y sin demasiada resistencia.

Adelantando este informe a las posibles preguntas del comité de investigaciones espaciales, aún no sabemos con seguridad si los seres humanos serán útiles para nuestra civilización. En caso de que no lo sean serán aniquilados junto con el resto de las especies del planeta. Y ya que se trata de un planeta tan bien situado en la galaxia el departamento de adaptación ambiental ha enviado informes sobre la capacidad de transformación de la atmosfera a nuestro organismo, mostrando datos de poco más de cinco algseh. Tras ese tiempo (más una temporada prudencial) se podrá situar un puesto de observación en el planeta sin ningún problema.

Estos temas y otros tantos se discutirán en la próxima reunión del departamento nacional de investigaciones espaciales.

Atentamente,
Jurst, investigador jefe del proyecto tercer planeta.

domingo, 20 de septiembre de 2009

Cita del martes




- Depende del día la verdad. Hay días que me despierto y lo veo todo negro, no puedo más y sólo tengo ganas de quedarme en la cama hasta que vuelva a anochecer. Me siento muy vacio y con una presión en el pecho que no soy capaz de eliminar. Todas esas señoritas que me acompañan de vez en cuando son muy agradables, claro qué, darles unos billetes antes le quita un poco el encanto, ¿Comprende?


>>Desde que se fue todo está bastante vacio en el piso y bueno…, si ya sé que hace tiempo que debería haberlo superado pero no lo consigo, lo cierto es que aún me cuesta bastante pegar ojo – guardó silencio aguantándole la mirada, suspiró y continuó - ¿Sería tan amable de recetarme lo mismo que el mes pasado? La verdad es que me ayudó mucho.


- La verdad señor García yo preferiría no tener que recetarle ningún calmante más. Ya llevamos así más de un año, es normal que los calmantes que le recete el mes pasado le fueran bien, al fin y al cabo son considerablemente más fuertes que los que le había recetado hasta ahora.


La mirada del doctor era bastante tranquilizadora, le gustaba bastante ir a hablar con él, al principio sólo acudía una vez cada dos semanas. Se lo recomendó un compañero de la universidad para que superara su divorcio e iba de mala gana, sin embargo ahora acudía un par de veces a la semana. Le salía bastante caro pero era su único gasto ya que con el divorcio perdió el piso y el coche. Las señoritas de compañía antes le resultaban un gasto a tener en cuenta pero cada vez frecuentaba menos aquellos locales.


- Bueno como usted considere doctor – a pesar del tiempo que llevaba yendo a su consulta y la frecuencia con la que acudía seguía tratándole de usted para mantener distancia, opinaba firmemente que si estrechaba la relación el doctor sería menos imparcial. – Pero seguramente volveré a pedírselos.


El doctor no pudo evitar esbozar una sonrisa y colocándose bien las gafas y cruzando las piernas continuó:


- Bueno señor García… ¿Cómo se encuentra respecto al resto de la sociedad últimamente? – Se quedó mirando al doctor un poco extrañado, no era normal que se andara con rodeos en vez de preguntarle directamente “¿Sigue pensando en quemar el chalet de su exmujer con ella dentro?”


- En realidad me siento un tanto observado por mis compañeros de trabajo, se rumorea que acudo al psiquiatra con regularidad.


- ¿Y eso le incomoda? – Preguntó el doctor a la vez que, por primera vez en lo que llevaban de consulta, anotaba algo en su cuaderno de hojas amarillentas.


- ¡Claro que me incomoda! – Gritó revolviéndose en el asiento, él nunca se sentó en esa especie de sofá extraño del que ni siquiera sabía el nombre, le hacía sentir enfermo asi que prefería una silla común. - ¡Me toman por un loco!


- Sin embargo usted viene aquí porque quiere, nadie le obliga. – Respondió el doctor sin apenas inmutarse ante los bruscos movimientos de su paciente, estaba más que acostumbrado a tratar con pacientes hiperactivos como para sorprenderse con cuatro aspavientos.


- Pero ellos no lo saben, no les interesa, no entienden, sólo cuchichean…- Fue bajando el volumen a medida que hablaba y cerraba los ojos como forzando la mirada. Llegó un momento en que el doctor no le entendía y optó por cortarle.


- ¿Qué siente cuando hablan a sus espaldas? – Preguntó al sorprendido interlocutor al darse cuenta de que había sido interrumpido. Se quedó unos instantes callado intentando comprender la pregunta.


- Siento que los odio. – El doctor fue consciente de que había llegado al punto que llevaba semanas ansiando alcanzar, y no lo notó por las palabras si no por los gestos, ese dedo índice que se agitaba inquisidor a cada palabra que salía del paciente indicaba la clave del asunto.- Desearía matarlos a todos, crucificarlos me parece una buena opción pero demasiado religiosa para mi gusto, quizá meterles a todos en una hoguera y verlos prender a fuego lento como a las brujas… Atarlos a un mástil y cortarlos con una cuchilla lentamente oyéndolos gritar y dejarlos desangrar poco a poco también me gustaría. Enterrarlos vivos no sería una buena opción ya que no podría oírlos gritar ni verlos sufrir… ¡Ya lo sé doctor! Quiero ahogarlos en el agua, cogerles la cabeza con mis propias manos y así notar cómo luchan incansablemente por su vida en vano, que pataleen y me golpeen con sus manos en un ansia desesperada de salir a la superficie…


Quedó mirando al doctor en silencio, claramente aliviado por los pensamientos que había sido capaz de expresar. Esperó pacientemente a que el doctor acabara de anotar lo que considerara oportuno.


- Bien señor García, puede estar contento, hoy hemos avanzado mucho. – Le dijo mientras anotaba los últimos detalles. - Le voy a recetar los siguientes medicamentos que podrá obtener fácilmente en la farmacia y he pensado que vamos a seguir con los calmantes que considero que le conviene descansar por las noches.

Garabateó rápidamente y echó en las recetas una firma, como siempre ilegibles. Descruzó las piernas y se levantó a la vez que su paciente, se estrecharon la mano fuertemente como era costumbre y abandonó la consulta para salir a la recepción a confirmar su siguiente cita para tres días después.