sábado, 27 de junio de 2009

Moonwalker, ¿Hacia donde?

Todo esto me parece exagerado. El hombre tenía talento sí, eso no puedo negarlo, pero ya me he hartado de escuchar una y otra vez qué lo tenía. Qué el dichoso Michael Jackson tuviera talento no le excusa de todo aquello que hizo.

Yo siento si ofendo a alguien pero parece que ahora nadie recuerda cómo tendió a sus hijos de una ventana agarrándoles únicamente con un brazo cómo si para él no fueran más que un instrumento para volver a salir en primera página. ¿O lo de su acusación por pederastia? Puede que no se probara pero es que no llegamos a juicio ya que el padre del crío cedió ante una sustanciosa suma de dinero, otro que vamos, que él tenga precio vale, que al final todos lo tenemos, ¿pero quién es él para decidir cuántos ceros tiene la dignidad de su hijo?

Definitivamente el mundo me decepciona, y cada día más, no puedo entender la capacidad para olvidar esas cosas. Simplemente si dejara de ser un trastornado con talento e ídolo de masas fuese un pirado cualquiera, en ese caso todos le querríamos ver pagando por lo que hace o deja de hacer. Pero claro está el tema del dinero y la fama.

Dos factores que determinan el poder, con incondicionales guardándote las espaldas y un bolsillo rebosante se puede orientar el mundo en la dirección más conveniente. Claro qué, conveniente sólo para unos pocos.

jueves, 18 de junio de 2009

Inevitable

Dicen que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, que no aprende, que sigue ahí erre que erre hasta que consigue lo que quiere o muere en el intento.

Yo ya no sé que tipo de hombre es ese, no sé si es un hombre valiente y con las ideas claras o simplemente un cabezón con un miedo horrible a la derrota, a reconocer que no puede, a verse acabado.

A mi nunca me gustó perder, pero me niego a pensar que soy el segundo. Sin embargo, sé que tampoco soy el primero, lo que me mueve no es la valentía, es el orgullo.

Y tropezaré tantas veces como sea necesario con la misma piedra, y con piedras aún más grandes si se interponen en mi camino.

jueves, 4 de junio de 2009

Otra más


Hacía mucho frío pero ya no importaba. El paisaje, azul y blanco, le parecía todo igual y comenzaba a desorientarse con facilidad. Apenas reconocía entre el suelo y el cielo. Daba gracias a que la gravedad le indicaba hacia donde caería de perder el equilibrio. El viento silbaba a su alrededor al paso entre las rocas que le rodeaban haciéndole creer que siempre había alguien detrás.

Arrastró la mano por la nieve buscando un saliente sólido al que sujetarse y clavó el piolet con decisión, haciendo fuerza se impulsó y finalmente llegó a una parte firme y horizontal. Se quedó tumbado boca abajo, intentando controlar su respiración, entrecortada por la falta de oxigeno y por el sobreesfuerzo.

Cada día había sido peor que el anterior, cada vez menos fuerzas, menos víveres, menos oxigeno... Había pasado los últimos días esforzándose por conseguir alcanzar la cima, se veía tan sumamente impotente al ver k sus esfuerzos, por intensos que fueran, siempre eran insuficientes, que cientos de veces revoloteaba en su cabeza la idea de volver sobre sus pasos y abandonar. Pero algo le hacía continuar, un paso más y cada vez con menos esperzanza, su autoestima había quedado mucho más abajo que la falda de esa enorme montaña.

Levantó la cara apartándola de la fría nieve y con una sonrisa abrió los ojos suavemente. En ese momento el tiempo se detuvo, no estaba en la cima, aún quedaba un buen tramo hasta allí. Cerró los ojos y de nuevo undió la cara en la nieve, su cabeza volvió a inundarse, ¿Debería volver sobre sus pasos?